AMIGUITOS VAMOS A LEER EL CUENTO
- Cierto
día una lecherita caminaba canturreando alegremente rumbo al mercado,
llevando consigo un cántaro de leche. La chica iba feliz pues, en su
imaginación, veía muchas cosas hermosas en su propio futuro.
Mientras
caminaba, solía decirse a sí: como la leche que llevo es de buena
calidad me pagarán muy bien por ella. Así que con el dinero que he de
recibir compraré un canasto de huevos, los haré encubar y sacaré cien
pollitos que alegrarán mi vida.
Y siguió pensando:
Luego
venderé los cien pollitos y después compraré un robusto lechoncito que
lo cebaré con esmero. Y cuando esté grande y gordito, lo venderé por
buena suma de dinero. Posteriormente compraré una vaca con un ternerito
que correteará travieso por el campo, desde el monte hasta la cabaña.
Invadido por tales pensamientos saltó de alegría y, por desgracia, resbaló. Soltó el cántaro y se hizo trizas, y la leche se derramó. Todos sus proyectos, ilusiones, planes, fantasías terminaron en nada. Solo se quedó obserbando cómo la leche terminaba siendo absorbido por la tierra y cómo un perrito lamía del suelo lo poco que quedaba.
Invadido por tales pensamientos saltó de alegría y, por desgracia, resbaló. Soltó el cántaro y se hizo trizas, y la leche se derramó. Todos sus proyectos, ilusiones, planes, fantasías terminaron en nada. Solo se quedó obserbando cómo la leche terminaba siendo absorbido por la tierra y cómo un perrito lamía del suelo lo poco que quedaba.
Luego
se dijo: ¡Oh, loca fantasía! ¡Soñaste demasiado! ¿No fuiste capaz de
ver que, por un simple salto de alegría, quedarían rotas todas tus
esperanzas y fantasías? ¡Qué desventura la mía!
'No anheles demasiado el futuro, vive intensamente el presente'