Había una vez una viejita en una casa abandonada, ahi la viejita habia botado mucho queso en el piso, y esto fue la fuente para las ratas, por el olfato se abalanzaron sobre la fuente de queso.
¡Hay pobres, ratas golosas!
Encontraron la muerte, y aunque no crean murienron las ratas golosas.
MORALEJA
Lo que previene, remedio no tiene
Escrita por: Aldair Yacelga
11/2015
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