LA GRAN FINAL
Había una vez un grupo de animalitos.
Este grupo estaba conformado por un
papagayo llamado Andrés, un pavo llamado Wilson, y un guacamayo llamado David
ellos tienen la gran final de su juego favorito q es el básquet, el pavo Wilson
era muy vanidoso mientras que el guacamayo David estaba seguro que iban a ganar,
pero el pavo Wilson tenía mucha alegría a que empiece el juego. Al día
siguiente el partido iba a empezar ellos vieron que sus oponentes estaban
ocupaos planeando la estrategia para ganarles el partido empezó y vaya sorpresa
el pavo Wilson metió el primer aro todos sus amigos lo abrazaron mientras que
el papagayo Andrés metió el tiro final .Llevándoles a la victoria.
Después de la gran victoria ellos se
fueron a festejar con sus amigos el tucán Diego el perezoso Jefferson y el
mamut maní ya que ellos eran participes de su gran victoria, porque gracias a
ellos tuvieron la capacidad y la técnica de ganar el juego.
Pero no todo era alegría porque su amigo
el koala Oswaldo no sabía jugar y eso le entristecía mucho por eso sus amigos
toman la iniciativa de ayudarle a que aprenda a jugar básquet día tras día el
practica duro pero al para los días el no mejora, pero se esfuerza x aprender así sus amigos le enseñan sus técnicas q son
corre rápido, jugar en grupo, y planear la estrategia, al pasar los días Cristian
el perrito decide escribir al grupo de amigos en el nuevo torneo de básquet.
Ellos felices aceptan ir al torneo pidiendo q se le e una oportunidad de jugar con ellos al koala
Oswaldo y rumbo al torneo se dijeron muy felices y entusiasmados a ganar.
En el torneo se encuentran con muchos
equipos q dan lo mejor de sí para ganar, cuando ya es el turno e jugar el koala
Oswaldo él se pone triste x no querer defraudar a sus amigos, pero su
entrenador el pandita Steven le dice que si puede q no se rinda y así fue el
juego empezó y el koala Oswaldo jugo con todo el ánimo y aplicando las ganas
que tenía e ganar, el final del partido llego y el metió el ultimo aro
convirtiéndose en la gran final.
Todos regresaron felices y muy
orgullosos de su amigo q nunca se rindió.
Fin
Francisco
Caicedo
15 de agosto de 2019, 8:53