Isaac y Josue muy contentos al circo van y desde lejos alcanzan a mirar una carpa gigante de colores amarillo azul y rojo adornada de banderas, serpentinas y muchos foquillos verdes celestes y rosados, estos niños sacaron las mejores calificaciones y sus padres les compran palomitas dulces de maíz, globos y limón con sal, es tanta la emoción que sin darse cuenta dentro de la carpa están.
Tambores y ocarinas, bombos y bocinas inician la función y en el centro de la carpa con luces bajas aparece Don Perico con su ajustado frac, da la bienvenida y anuncia el espectáculo.
Aparece entonces el pequeño colibrí que esta tan gordito que no puede volar y se ayuda con unos motores propulsores que su madre le mando de un lugar muy lejano al otro lado del mar donde se fue a trabajar para poderle brindar todo lo que en su país no le puede entregar, mientras vuela por toda la carpa derrama sobre los niños el hermoso color de su plumaje y les regala un arcoíris.
El segundo número está a cargo de doña tortuga Galápago que a pesar de tener más de 100 años, de pesar más de 100 kilos dará una vuelta en moto a 100 kilómetros por hora dentro del globo metálico.
Don armadillo tendrá el tercer numero porque se enroscara en su caparazón y será lanzado desde el cañón y será el armadillo bala que llegara hasta la punta más alta del mástil principal y caerá en una pequeña piscina y para comprobar que nada le ha sucedido saldrá nadando de espaldas y cantara los más románticos pasillos y bailará los más alegres sanjuanitos.
Con gusto hoy miraran al sacharuna que lucirá un traje más elegante de musgos y líquenes y es el dueño de la danta tan gorda como una llanta y que hace son su trompa mucha trampa, los delfines rosados llamados bufeos que son muy hermosos y para nada feos y nos contaran los daños que hacen los petroleros en la selva, en los ríos y en los esteros, los tigrillos que saltan por los aros de fuego bajo las ordenes de los grillos, la señora guanta que de todo se espanta, el intrépido cuy se lanzara desde lo más alto de la carpa en un parapente, el cusumbo que da mil trampolines de tumbo en tumbo, el osos de anteojos que juega contra una computadora una reñida partida de ajedrez.
También están los chichicos trapecistas que realizan el triple salto mortal desde un enorme árbol de copal hasta un frondoso de nogal, encaramados en los guayacanes los chistosos tucanes que con sus hermosos y grandes picos nos cuentan las aventuras de los tilicos que comen muchas verduras, los guacamayos con sus coloridos trajes de payasos se lanzan tortazos de maíz y de yuca, los hábiles llamingos malabaristas que pasan por la cuerda floja solo los domingos. El puma que solo se baña en carnaval y siempre con espuma y el puerco saíno que es del espín, el primo y de todos el más cochino.
Las increíbles anacondas contorsionistas y el cóndor tenor que llega apurado en taxi desde el volcán Cotopaxi con su plumaje serio y elegante, canta una estrofa del Himno Nacional y la más bella opera, también está el monito bonito con su monopatín y con muchas bananas se da un festín, el pingüino pinguin que pinta los cuadros de pilaguin y el venado que corre asustado porque no sabe donde su cola ha dejado.
Y el numero final es la presentación del amo de fuego quien es un viejo diablohuma, escupirá inmensas llamas y pasara por su cuerpo antorchas y se colocara sombreros ardientes y dará un espectáculo que da mucho miedo y es a la vez muy emocionante, pero siempre en los altavoces del circo se escucha la frase: “Niños no lo intenten en casa esto es muy peligroso”.
Entre cantos y música llega el desfile final, todos los artistas y de despiden y chilin, chilan, el gallo de Chillogallo con su canto destemplado anuncia de esta función su final.
Pero lo que los niños no saben es que esta es tal vez la última función, porque la contaminación acaba el medio ambiente en que viven estos preciosos animalitos.
James y Josue prometieron para siempre cuidar de la naturaleza, del agua el aire y la tierra para que otros niños puedan disfrutar de este lindo espectáculo por siempre.
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